Sí, arrinconar tus ojos con mis pestañas,
asediar tu existencia con la nostalgia de mis apegos,
envolverte en mi telaraña con la humedad de mis palabras
y rendirte al calor de mis labios;
éste es el antojo más fuerte que tengo,
hoy y todas las mañanas.
Saciar mis dudas en tu almohada,
perderme en la lucidez de la distancia que nos separa,
alucinarte metida en mis cobijas
con sensaciones de auroras consteladas;
sí, eso se me antoja este día,
perderme en el océano de tus caricias
hasta sentir que mi alma está cansada.
0 comentarios:
Publicar un comentario