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viernes, 6 de diciembre de 1996

Alitas de pollo con naranja (en microondas)

Ingredientes:

Alitas de pollo

naranjas

ajos

tomillo

aceite de oliva

sal

Preparación:

1.        Exprimimos las naranjas.

2.       En un mortero, machacamos 2 ajos con el tomillo, lo mezclamos con el aceite y añadimos un poco de sal, hasta que quede todo hecho una masa consistente.

3.       Lo mezclamos con el zumo de naranja.

4.       Pinchamos las alitas de pollo y las echamos sal y tomillo.

5.       Dejamos las alitas por lo menos 1hora en un bol, con la salsa de naranja.

6.       Metemos 12minutos las alitas con la mezcla, a potencia máxima.

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martes, 24 de septiembre de 1996

María madre, en la Obra de María

… Así nos pareció comprender que se podía realizar para nosotros lo que Pablo VI diría más tarde en una oración dirigida a María: “… enséñanos… a ser inmaculados como lo eres tú”.

         Nos atrevíamos a pensar que se realizaría en nosotros como grupo lo que luego leímos en Montfort de ciertas personas que se entregan a María: “… el principal [efecto] es hacer que de tal modo viva María en un alma de la tierra, que no sea ya más el alma la que vive, sino María en ella; porque, por decirlo así, el alma de María viene a ser su alma”.

         Y comprendimos que el designio de Dios sobre nuestro grupo y, por consiguiente, sobre el Movimiento naciente, era revivir en cierto modo a María.

         Y también cada uno de nosotros se veía como una pequeña María, semejante a ella, como una hija que tiene únicamente los rasgos de su madre. Recuerdo que entonces yo misma había mirado por primera vez a la Madre, María, con mirada de hija, pero de una hija que ve en su Madre el molde de sí misma. Y me pareció haber intuido lo que podía sentir el corazón de la Madre viéndose en cierto modo a sí misma en nosotros.

         Esta impresión me conmovió durante mucho tiempo.

         Y sentimos por primera vez, y de una manera que no podremos olvidar, que María era nuestra madre. Nos sucedió lo que había dicho santa Teresa de Lisieux siendo aún niña: “comprendí […] que yo era su hija; y que, entonces, yo no podía darle ya otro nombre que el de “mamá””.

         Es más, esta convicción que floreció allí fue tan fuerte para nosotros que sentíamos lejana a nuestra madre terrena, como cualquier otra mujer del mundo. María había ocupado su puesto. María era, como dice Juan el Geómetra, “madre de todos y de cada uno, más madre que nuestras madres”.

Chiara Lubich

 (María, transparencia de Dios)

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jueves, 29 de agosto de 1996

La vida es sueño - Calderón de la Barca

“Es verdad pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos. Y así haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que  vive, sueña lo que es, hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas se convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte!.

Sueña  el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son. Aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí, de estas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

Calderon de la Barca “La vida es sueño”

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     vida
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